Todos los días en México las noticias reportan casos de violencia, nos subimos a nuestro medio de transporte y observamos en el camino situaciones de tensión y conflicto, vemos que en muchas ocasiones las maneras de interactuar en la casa, escuela y trabajo no son las más apropiadas, finalmente, en nuestra cotidianidad somos testigos de historias que derivan en agresiones, pleitos, abuso de poder y víctimas, lamentablemente, con el paso del tiempo la indiferencia y normalización aparecen en nuestra cultura.
Sabemos que el conflicto siempre ha estado presente en la historia de la humanidad, es inherente a la vida misma en un medio de constante cambio, somos diferentes y tenemos diversas necesidades e intereses. Dentro de cada conflicto se encuentra una contradicción, algo que puede representar: un problema o siendo creativos una oportunidad, algunos se resuelven por las buenas y otros por las malas, optando por la paz o la violencia.
En las teorías de seguridad se dice: “Si vis pacem, para bellum”... “Si quieres paz, prepárate para la guerra”. ¿Realmente vale la pena apostar por el dominio y el miedo? ¿Es mejor como decía Maquiavelo ser temido que amado? ¿Qué pasaría si intentamos resolver los conflictos de manera pacífica? ¿Podremos mantener un orden? ¿Será mejor para las relaciones a largo plazo? Antes que nada…
¿Qué es la paz?
En mi opinión, la palabra “paz” carga un sentimiento utópico, místico, espiritual e incluso romántico, sus definiciones se quedan cortas, enjutas. Históricamente, la paz ha sido entendida a partir de lo que no lo es, es decir, la paz heredada de los romanos, como ausencia de guerra.
La Real Academia Española la define así:
PAZ. Del lat. pax, pacis.
1. f. Situación en la que no existe lucha armada en un país o entre países.
2. f. Relación de armonía entre las personas, sin enfrentamientos ni conflictos.
3. f. Acuerdo alcanzado entre las naciones por el que se pone fin a una guerra.
El Día Internacional de la Paz
La Organización de Naciones Unidas estableció el 21 de septiembre como el Día Internacional de la Paz. “Un día de cesación del fuego y de no violencia a nivel mundial, a fin de que todas las naciones y pueblos se sientan motivados para cumplir una cesación de hostilidades durante todo ese Día”…
Creo que simplificar la paz como ausencia de conflicto o violencia es el principal problema desde donde debemos partir.
Afortunadamente, Johan Galtung, quien fundó el primer Instituto Internacional de Investigación para estudios de Paz en el mundo, llegó para darnos una nueva perspectiva y plantearnos el concepto de “paz positiva”.
La paz positiva
La paz positiva en palabras de Galtung, es un proceso orientado a satisfacer necesidades básicas y, en definitiva, a la creación de las condiciones necesarias para que el ser humano desarrolle toda su potencialidad en la sociedad. Por ello, la tarea del trabajador por la paz es la construcción de la justicia social y el desarrollo en términos de integración y cooperación, para que todos los seres humanos puedan satisfacer sus necesidades básicas más elementales.
¿Cómo alcanzamos la paz positiva?
La construcción de paz involucra a toda la sociedad, es como la construcción de telarañas, un proceso de crear estructuras en un clima impredecible. No existe una sola solución ni enfoque para hacer frente a la violencia estructural y a la cultura de su indiferencia.
La paz es creatividad y empatía, requiere enfoque y un cambio de pensamiento que empieza desde la más pequeña institución, para llegar a ella son imperativas acciones como:
La enseñanza de la comunicación no violenta.
Optar por la negociación sobre la imposición.
Pensar en las ventajas de las relaciones a largo plazo sobre el corto.
Promover una cultura de cooperación sobre la competencia.
Hacer énfasis en la interdependencia en las relaciones sobre la indiferencia.
Fomentar la tolerancia, la convivencia y el libre intercambio de ideas.
Desde mi punto de vista el camino para crear una sociedad pacífica necesita de un lema como: “si quieres paz, prepárate para esforzarte por ella”.
Por último, me gustaría no cerrar la conversación sino abrirla con algunas preguntas:
¿En el México actual se valora la cultura de la paz? ¿Ser pacifico es un símbolo de debilidad?
¿Qué héroes o personalidades mexicanas son ejemplos históricos de movimientos pacíficos? ¿Nuestro himno nacional fomenta la paz, refleja lo mejor de los mexicanos? ¿Quién nos enseña que es la paz y cómo se práctica? ¿Existen narrativas/discursos de la promoción de la resolución pacífica de conflictos en el país? ¿Quiénes son y quienes deberían de ser los encargados de promover la paz?
La Paz como camino y no como un fin, entendimiento y esfuerzo para reconocer y validar las necesidades ajenas así como la propias debe de ser un valor universal. Altamente necesario para coexistir sin violencia construyendo lazos y fomentando el diálogo justo y libre de prejuicios. Muy buena reflexión mi hermano.